Apenado con la parcialidad ‘verdiblanca’ que presenció la primera derrota en su era como técnico del Deportivo Cali, Leonel Álvarez desmenuzó el partido del viernes ante Atlético Huila y, más allá del traspié, dijo que seguirá creyendo en el potencial de su plantilla.
El timonel antioqueño aseguró que le adelantaron el aguinaldo al equipo ‘opita’ al regalarle todo el primer tiempo. Para la complementaria, dijo, se generaron opciones que no se definieron, pero se jugó sin tranquilidad.
”Por momentos el equipo no tuvo movilidad, lució sin ideas y generando algunas opciones de gol por la vía de la pelota quieta, a través de Germán Mera. Regalamos el primer tiempo y dilapidamos un penal. Me da pena con los hinchas porque tuvimos todo para ser líderes, pero hay que apretar mucho, seguir insistiendo y trabajando”, analizó.
“Para el segundo tiempo manejamos un poco mejor el balón, nos movimos y generamos las opciones de gol, sin tener la posesión de pelota que tuvimos en otros compromisos”, complementó.
Leonel también reconoció las virtudes de un Huila que se plantó bien en la gramilla del Pascual, apretando, presionando y asfixiando, sobre todo a los principales generadores ofensivos ‘azucareros’.
“Hay que darle reconocimiento a un equipo que se defendió bien, algo que en el fútbol es válido; además, tuvieron mucha fortuna frente a nuestras opciones de gol”, dijo.
Y cerró esta parte del análisis con una frase contundente con la que, seguramente, buscó hacerle un llamado de atención a sus dirigidos: “Hay que tener siempre mucha humildad porque los partidos no se ganan antes de jugarlos”.
En el minuto 41 del primer tiempo, seis fracciones después del gol huilense, Leonel Álvarez movió su estrategia y realizó una variante que generó sendas protestas desde la tribuna. El técnico sacó al creativo Carlos Lizarazo para darle paso al delantero Brayan ‘Coco’ Perea.
”Intentaba buscar más movilidad, ganar en el mediocampo y tener un poco más de presencia en la parte de arriba”, se justificó. El cambio no surtió el efecto deseado.
También se puso en el ‘ojo del huracán’ cuando, en el minuto 14 del segundo tiempo, ordenó que Edixon Perea, un delantero que no ha podido despegar como jugador del Deportivo Cali, cobrara una pena máxima. El artillero no fue recíproco con esa confianza y dilapidó el empate.
“Uno tiene que seguir creyendo en los que hacen goles. Él viene entrenándolo y trabajándolo y la única manera de tener a estos jugadores en racha es permitirles la opción de anotar, así sea por la vía del penal”, sentenció.
Leonel de Jesús Álvarez tendrá una semana completa para confeccionar una estrategia con la que él y sus dirigidos se reivindiquen con su fútbol, en la tabla de posiciones y, principalmente, ante una fanaticada que el viernes salió del Pascual Guerrero colmada de desazón.
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