De pequeño Róbinson Arley Moncada soñó con ser reconocido como uno de los mejores jugadores de Colombia, con desbordar por la lateral, centrar y conseguir el pase gol. Ese sueño, que tuvo un buen inicio, se fue modificando en el camino de la vida y trascendió en el arte de la preparación física.
Hoy este antioqueño, con 35 años de edad, es uno de los hombres de confianza de Leonel Álvarez para preparar físicamente al Deportivo Cali con miras al propósito de ser Campeones.
El anhelo por ser futbolista inició a muy temprana edad. Sus condiciones lo llevaron hacer parte de la selección Antioquia y a militar en el fútbol profesional colombiano con Deportes Quindío. Sin embargo, Róbinson se refiere a su paso por el balompié como una “mala y buena experiencia”.
“Cuando estaba en el Quindío compartía vivienda con el jugador Aldemir Hurtado, quien por esos días salió positivo por doping. Después de eso, decían que yo seguía los mismos pasos, me montaron la perseguidora diciendo que había hecho lo mismo que Aldemir y me devolvieron a Medellín, al final de la temporada”, contó el P.F 'azucarero'.
Esa experiencia, que para algunos puede ser incómoda y desalentadora, fue tomada por Moncada como la oportunidad de encontrar su verdadero camino. Una vez regresó a Medellín decidió iniciar sus estudios como preparador físico.
“Me dediqué a estudiar alternando con la Selección Antioquia. Al finalizar la carrera me fui para Uruguay donde hice un seminario de preparación física y me especialicé allá. Así fue como me convertí en preparador físico”, recordó.
A partir de ese momento el 'profe', como lo llaman ahora, se encariñó con este oficio. Comenzó a abrirse camino a nivel nacional y rápidamente se vinculó a un equipo.
“Cuando llegué de Uruguay me contactaron del Itagüí para que hiciera parte del cuerpo técnico y poco a poco empezaron a conocerme en el medio”, manifestó el P.F. paisa.
Hasta la fecha, Róbinson ha preparado físicamente a un equipo departamental, tres de primera B, dos del fútbol profesional colombiano y dos en el extranjero, número importante para un hombre joven en esta profesión.
Hoy es la mano derecha del profesor William Villa, preparador físico principal del Deportivo Cali. Sus exigentes y minuciosos trabajos físicos con el Itaguí le permitieron ganarse la confianza de Leonel Álvarez, quien se lo trajo para las huestes 'azucareras'.
A su llegada a la capital vallecaucana, el P.F. antioqueño recordó muy tristemente su última visita a la ciudad, cuando vivió una de las máximas tragedias en el fútbol colombiano.
“Cuando trabajaba con el Bello F.C. me vine para Cali luego de un mal torneo; acá tenía un amigo, Elkin Murillo, con quien había jugado en selección Antioquia. Desafortunadamente lo acompañé al entreno el día en que murió Hermán 'Carepa' Gaviria y Giovanni Córdoba. Fue un momento muy lamentable para el fútbol y para el Deportivo Cali”, evocó con tristeza los hechos sucedidos en 2002.
A pesar de ese recuerdo trágico, Róbinson asegura que esta instancia con Deportivo Cali será memorable. Los objetivos del técnico Leonel Álvarez están sobre la mesa y él quiere poner su cuota para cumplirlos.
“A los jugadores del Cali hay que acompañarlos bien. Los he visto muy comprometidos con la causa, ellos saben y son conscientes que los principales objetivos son entrar a octavos y ser campeones”, concluyó.
Hoy este antioqueño, con 35 años de edad, es uno de los hombres de confianza de Leonel Álvarez para preparar físicamente al Deportivo Cali con miras al propósito de ser Campeones.
El anhelo por ser futbolista inició a muy temprana edad. Sus condiciones lo llevaron hacer parte de la selección Antioquia y a militar en el fútbol profesional colombiano con Deportes Quindío. Sin embargo, Róbinson se refiere a su paso por el balompié como una “mala y buena experiencia”.
“Cuando estaba en el Quindío compartía vivienda con el jugador Aldemir Hurtado, quien por esos días salió positivo por doping. Después de eso, decían que yo seguía los mismos pasos, me montaron la perseguidora diciendo que había hecho lo mismo que Aldemir y me devolvieron a Medellín, al final de la temporada”, contó el P.F 'azucarero'.
Esa experiencia, que para algunos puede ser incómoda y desalentadora, fue tomada por Moncada como la oportunidad de encontrar su verdadero camino. Una vez regresó a Medellín decidió iniciar sus estudios como preparador físico.
“Me dediqué a estudiar alternando con la Selección Antioquia. Al finalizar la carrera me fui para Uruguay donde hice un seminario de preparación física y me especialicé allá. Así fue como me convertí en preparador físico”, recordó.
A partir de ese momento el 'profe', como lo llaman ahora, se encariñó con este oficio. Comenzó a abrirse camino a nivel nacional y rápidamente se vinculó a un equipo.
“Cuando llegué de Uruguay me contactaron del Itagüí para que hiciera parte del cuerpo técnico y poco a poco empezaron a conocerme en el medio”, manifestó el P.F. paisa.
Hasta la fecha, Róbinson ha preparado físicamente a un equipo departamental, tres de primera B, dos del fútbol profesional colombiano y dos en el extranjero, número importante para un hombre joven en esta profesión.
Hoy es la mano derecha del profesor William Villa, preparador físico principal del Deportivo Cali. Sus exigentes y minuciosos trabajos físicos con el Itaguí le permitieron ganarse la confianza de Leonel Álvarez, quien se lo trajo para las huestes 'azucareras'.
A su llegada a la capital vallecaucana, el P.F. antioqueño recordó muy tristemente su última visita a la ciudad, cuando vivió una de las máximas tragedias en el fútbol colombiano.
“Cuando trabajaba con el Bello F.C. me vine para Cali luego de un mal torneo; acá tenía un amigo, Elkin Murillo, con quien había jugado en selección Antioquia. Desafortunadamente lo acompañé al entreno el día en que murió Hermán 'Carepa' Gaviria y Giovanni Córdoba. Fue un momento muy lamentable para el fútbol y para el Deportivo Cali”, evocó con tristeza los hechos sucedidos en 2002.
A pesar de ese recuerdo trágico, Róbinson asegura que esta instancia con Deportivo Cali será memorable. Los objetivos del técnico Leonel Álvarez están sobre la mesa y él quiere poner su cuota para cumplirlos.
“A los jugadores del Cali hay que acompañarlos bien. Los he visto muy comprometidos con la causa, ellos saben y son conscientes que los principales objetivos son entrar a octavos y ser campeones”, concluyó.
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