No ha sido nada fácil, la lucha constante e inagotable de muchas jornadas, más el sacrificio que encierra el poder alcanzar un sueño, han hecho de “Coco” un jugador seguro, fuerte y maduro a su escasa edad.
“Todo esfuerzo tiene un premio y vale la pena seguir trabajando por ello. Cada día para mí es un reto, el cual enfrento con la mayor seriedad y responsabilidad”.
Y es que para quienes lo conocemos, esa forma característica de desplazarse en la cancha, su orden táctico y pundonor, lo convirtieron en pieza clave de un equipo que le sigue apostando al producto de la división menor: “Me he ganado un puesto por la disposición al juego. La clave es mantener un nivel y que sea constante. Hay que correr y apretar, al punto que hay que salir muerto de la cancha”.
Brayan, quien ha hecho parte de casi todos los microciclos convocados por el seleccionador nacional Sub – 20, Carlos “el piscis” Restrepo, le da gran valor a la situación de ser alternativa .
“Si a uno lo llevan al banco es una buena noticia, ser una posibilidad, es sentirse pieza clave en un esquema táctico”.
En su proceso formativo, Brayan ha aprendido con el actual cuerpo técnico algunos principios de juego que le han permitido ganar protagonismo: “He mejorado en el juego de primera intención. El primer toque a espaldas y descargar con rapidez, no lo tenía claro. Hoy he evolucionado y siento que en este aspecto soy más productivo.
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